LA PROMESA – Píaa impide la boda y mete a Lorenzo en la cárcel con un secreto impactante AVANCE

Hola a todos, hoy estamos aquí con un nuevo vídeo de adelantos de La Promesa para el miércoles 10 de diciembre de 2025.
En el avance completo del episodio del miércoles, Cristóbal se esfuerza en elaborar una explicación meticulosa para justificar la ausencia de Catalina. No se limita a ofrecer un motivo superficial, sino que crea una narración minuciosa y calculada para que resulte creíble tanto para Adriano como para el resto de los marqueses. Dentro de él, comprende que no solo intenta disculpar un viaje repentino, sino preservar la frágil armonía de la familia. A veces, la verdad, cuando se revela sin cuidado, puede convertirse en una ola que lo destruye todo a su paso. Las personas, en más de una ocasión, construyen historias para darse fuerza y sostenerse cuando los hechos desnudos resultan demasiado duros para sobrellevarlos.
Mientras esto ocurre en los salones principales, el ambiente en la zona de servicio se enrarece por momentos. Teresa asume su papel con una firmeza que raya en la severidad, imponiendo reglas estrictas que algunas criadas acatan con resignación y otras aceptan a regañadientes. Su estilo de liderazgo busca orden y disciplina constantes, pero provoca fricciones que se cuelan en cada conversación. Surge un clima de murmullos apagados y miradas tensas, como si la confianza que antes compartían se estuviera resquebrajando poco a poco. La vida demuestra que mandar con mano dura puede generar obediencia, pero también levantar muros imposibles de derribar.
Loe y Vera continúan debatiendo si ha llegado el momento de descubrir públicamente a Santos. La idea no deja de rondarles desde que Lorenzo insiste en incluir en el menú de su boda con Ángela los platos falsamente atribuidos a Madame Cocot. Cada vez que lo comentan, sienten una sensación de injusticia que pesa como un lastre que no termina de soltarse. Ambas saben que dar ese paso implicaría consecuencias serias, y ese temor, aunque silencioso, es suficiente para frenar sus impulsos. Así es la vida: el corazón suele reconocer lo correcto antes que la razón, pero el miedo obliga a caminar con pies de plomo para no dar un paso en falso.

María Fernández, por su parte, vive atrapada en un silencio cada día más insondable. No logra reunir el valor necesario para contarle a Carlo la verdad acerca de su embarazo, y el tiempo que pasa hace que las palabras que calla crezcan dentro de ella como una ola que amenaza con arrasar con todo. Para complicar aún más la situación, termina reprochándole a Samuel su constante desconfianza, una reacción cargada no solo de molestia, sino también de agotamiento emocional. En ese reclamo se esconde su necesidad de sentirse escuchada y apoyada. La experiencia enseña que los secretos prolongados se vuelven más pesados que la realidad misma.
Curro observa con una inquietud creciente la serenidad que Ángela proyecta en los días previos a la boda. Aquella calma, lejos de tranquilizarlo, le resulta sospechosa, como si escondiera un dolor cuidadosamente disimulado. Por ello pide a Pía que hable con ella, consciente de que a veces la fortaleza aparente es solo una coraza frágil. Teme que Ángela esté sufriendo más de lo que permite que los demás vean. Muchas personas aprenden a sonreír incluso cuando están quebrándose por dentro, convencidas de que mostrar vulnerabilidad es un privilegio que no se pueden permitir.
En el hangar, Manuel se prepara para probar el aeroplano equipado con un motor renovado. Más allá de la ambición técnica, lo impulsa ese impulso tan humano de desafiar los límites y convertir el miedo en valentía. Sin embargo, conforme avanza el tiempo y no da señales de regreso, Toño y Enora empiezan a inquietarse. La incertidumbre se instala entre ellos como una sombra que se extiende sin aviso. Y es que la espera puede llegar a resultar más hiriente que la verdad, porque alimenta temores secretos que rara vez son pronunciados en voz alta.
Movido por esa preocupación, Toño se encara con Enora y le exige claridad sobre la naturaleza de su relación. Necesita saber dónde se encuentra realmente con ella, pues la ambigüedad le resulta insoportable. Comprende que, a veces, más que una respuesta perfecta, uno necesita una respuesta sincera que permita respirar un poco más libremente. La indecisión, en ciertos momentos, se vuelve más dolorosa que un desenlace difícil.
Mientras tanto, Alonso abandona el palacio sin ofrecer explicación alguna. Su partida repentina abre un vacío cargado de expectativas, como si algo trascendental estuviera a punto de producirse. Nadie logra descifrar cuáles son sus intenciones ni qué plan tiene en mente, pero todos perciben que no se trata