LA PROMESA Lunes 15 de Septiembre a las 18:15 h Previa del episodio 675
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Una nueva semana se acerca y, como no podía ser de otra manera, La Promesa nos prepara un arranque cargado de emociones, secretos y conflictos que pondrán a prueba la fortaleza de todos sus personajes. El lunes 15 de septiembre marca un punto clave en la historia, pues el capítulo 675 no solo traerá revelaciones, sino que sembrará el terreno de chantajes, amenazas y reencuentros que podrían cambiarlo todo dentro del palacio.
En esta ocasión, el eje de la trama girará en torno a Leocadia de Figueroa, la temida “postiza”, quien se encuentra cada vez más atrapada en la red que ha tejido con sus propios silencios. Lorenzo de la Mata, conocido ya como el implacable capitán garrapata, decide que ha llegado el momento de ajustar cuentas. Cansado de esperar, comienza a presionarla con mayor dureza para que cumpla su parte del trato: quiere que Ángela, la hija de Leocadia, se comprometa formalmente con él. La postiza, sin embargo, se resiste a confesarle a su hija el destino que ha pactado en secreto. Su objetivo ahora es ganar tiempo, aunque sabe que ese margen se acorta y que la presión de Lorenzo se vuelve cada vez más asfixiante.
Episodio 15
Agobiada por la situación, Leocadia buscará consuelo en Cristóbal Vallesteros, su amante y confidente. Será un momento clave, pues por primera vez se atreverá a compartir con él la verdad que tanto tiempo ha callado. Le confesará que fue Lorenzo quien realmente secuestró a Ángela, y que solo accedió a liberarla a cambio de un chantaje atroz: su promesa de entregarla en matrimonio. Sin embargo, incluso en ese desahogo, Leocadia guardará silencio sobre otro aspecto aún más oscuro: la amenaza de Lorenzo de revelar que fue ella misma quien acabó con la vida de Hann. Ese secreto, demasiado peligroso, continuará guardado en lo más profundo de su corazón. La reacción de Cristóbal, impactado por la revelación, será incierta: no sabremos si decidirá enfurecerse contra Lorenzo, proteger a Leocadia o continuar siendo un cómplice en la sombra. Su decisión podría inclinar la balanza hacia un enfrentamiento abierto o hacia una peligrosa complicidad silenciosa.
Mientras en los salones se libra esa batalla de chantajes, en la zona de servicio la tensión emocional no es menor. Lope sigue empeñado en recuperar el amor de Vera, pero sus esfuerzos resultan infructuosos. Ella se muestra inflexible, fría, incapaz de olvidar y mucho menos de perdonar. Su enojo es evidente y cada encuentro con Lope se convierte en un muro infranqueable. El lunes seremos testigos de una conversación clave entre Lope y Teresa, donde esta le confesará que la Vera que conocieron ya no es la misma. Su amiga ha cambiado, se ha endurecido, y quizá nunca vuelva a ser aquella joven abierta y receptiva de antes. Estas palabras golpean a Lope con fuerza, obligándolo a plantearse si realmente lucha por un amor vivo o por el recuerdo de lo que alguna vez existió.
Paralelamente, Vera tomará una decisión trascendental. Durante la visita de su hermano Federico, le confiesa que ha decidido regresar al palacio de sus padres. Quiere enfrentar a su padre, darle sus explicaciones y también escuchar las suyas. Este gesto no solo demuestra madurez, sino también el deseo de cerrar viejas heridas familiares. El abrazo fraternal entre Vera y Federico simboliza un pacto emocional, el inicio de una posible reconciliación que podría marcar un antes y un después en su historia. Todo indica que veremos a Vera abandonar La Promesa para volver a la casa paterna, un movimiento que afectará profundamente a quienes han compartido con ella estos meses.
El foco también se desplazará hacia Catalina, quien hasta ahora ha demostrado fortaleza y carácter, pero que se verá enfrentada a una amenaza directa. El varón de Moñigales irrumpe con furia en el palacio, su rostro desencajado y su voz cargada de rabia. Sin rodeos, le exige a Catalina que abandone La Promesa de inmediato. Para él, no hay lugar para una mujer que considera agitadora e indeseable. Esta exigencia abre un nuevo frente de conflicto que afecta de lleno a la familia Luján. Don Alonso, debilitado y cada vez más confundido, se mostrará incapaz de tomar decisiones firmes. En su desesperación, incluso llegará a buscar consejo en Leocadia, demostrando hasta qué punto la postiza ha logrado influir en todos los ámbitos de la casa.
En otro rincón del palacio, Pía intenta mantener la calma en medio del caos. La presencia de Dieguito, al que cuida temporalmente debido a la ausencia de Beni, complica aún más su rutina. Aunque cuenta con el apoyo de los señores, Ballesteros se interpone en su camino, generando tensiones constantes. En este contexto se producirá una escena decisiva: Manuel de Luján, con gesto firme y decidido, se enfrentará al mayordomo en su propio despacho. Mirándolo a los ojos, le dirá una frase que quedará grabada: “Para mí, Pía es intocable, y por extensión también Ricardo”. Con estas palabras, Manuel establece un límite claro, marcando un antes y un después en la dinámica de poder dentro del palacio. Ballesteros, lejos de recular, contraataca con la amenaza de acudir al marqués, lo que abre la puerta a una guerra abierta entre el hijo de Alonso y el nuevo mayordomo.
En contraste con tanta oscuridad, el amor vuelve a tener su espacio en la historia. Toño, el hijo de Simona, sigue perdidamente enamorado de Enora. Aunque ella le ha pedido tiempo para reflexionar, él no pierde la ilusión de un futuro juntos. El lunes veremos una escena ligera y divertida en el hangar, donde Manuel habla de negocios y exclama: “Aquí se hacen tratos, pero no matrimonios”. A lo que Enora, con picardía, responde: “Habla por ti mismo, porque me parece que aquí hay alguien que sí quiere casarse”. Toño, ilusionado, sonríe con esperanza, aunque aún queda por descubrir si Enora comparte realmente sus sentimientos o si solo juega con la situación.
Avance del capítulo 151 de ‘La Promesa’, del jueves 27 de julio en La 1 de TVE
Y, por último, el volcán emocional que amenaza con estallar: María Fernández y Samuel. La joven, todavía marcada por la confusión y las dudas, se atreve a confesarle a Samuel su mayor temor: haber dicho o hecho algo inapropiado durante aquella noche de copas en la que perdió el control. El joven sacerdote, en lugar de aclarar las cosas, parece disfrutar alimentando la tensión, azuzando las brasas de un fuego que crece entre ambos. Esta actitud resulta desconcertante, pues si realmente tiene la intención de marcharse a las misiones, no se entiende por qué juega así con los sentimientos de María. Ella, que ya sufrió decepciones amorosas con Lope y con Salvador, vuelve a quedar atrapada en un vaivén emocional que amenaza con destrozarla.
En definitiva, el capítulo 675 de La Promesa nos ofrece un panorama explosivo: Leocadia contra las cuerdas por el chantaje de Lorenzo, Vera dando un paso valiente hacia la reconciliación con su familia, Catalina amenazada por el varón, Pía enfrentando las intrigas de Ballesteros, Manuel defendiendo con firmeza a los suyos, Toño soñando con un amor que quizá no sea correspondido y María atrapada en un juego sentimental peligroso. Secretos, amenazas, alianzas y decisiones marcarán un episodio donde el futuro de muchos personajes estará más en juego que nunca.